Estaba
ojeando fotos de personas realmente bellas, de todas las culturas y las edades
en la red social Pinterest. Entonces, la
reflexión obligada fue ¿y por qué carajos me tienen que atosigar a Bruce Jenner
convertido en Caitlyn, y más corto Cait? ¿No basta con que por años dijeran que
Paris Hilton y luego las Kardashian reunían el concepto de belleza? Parece que
no es suficiente que desde los tiempos de Cleopatra hasta el presente, la competencia
por ser la más bonita o la más deseada, o la más cafre y la más vulgar, se ha
vuelto una enfermedad mental que pulula en todos los ambientes sociales y
sexuales. Entonces llega el drama de la Cait, que solo implica la necesidad de
hacer dinero a costas de la supuesta indefinición sexual de Jenner.
Me niego a
creer que luego de tres matrimonios, y en especial con su última esposa que es
una master mind de cómo hacer dinero
fácil en el mundo de la fantasía de gente que no hace un soberano carajo más
que maquillarse e ir a fiestas, y deslizar los dedos por toda suerte de gadgets
electrónicos, aparte de quejarse cuando en realidad no tienen por qué hacerlo,
Bruce decidiera que por fin era hora de ser feliz. Por favor.
Y desde la
producción de los realities montandos de TV hasta los noticiarios y revistas
que creí serias, cayeron en la trampa de un hombre que se hizo mujer para
opacar a quien fuera su pareja. Nada, que ahora se ha convertido en una “mujer”
de espanto, que cree redefinir la belleza física, con unas piernas más largas
que un poste del tendido eléctrico y patas de gallina que cacarean su edad.
En plena pedicura...analizando la belleza de Cait.
En plena pedicura...analizando la belleza de Cait.
En una de
esas entrevistas, admite que desde hacía tiempo tomaba hormonas femeninas. No en
balde, quería sentirse mujer, si se bombardeaba con estrógeno. Claro, espero a
después de los 60 años para no padecer de menopausia. Cait, así cualquiera.
Entonces Cait
redefine lo que es ¿belleza? Será para que dejen tranquilas a sus hijas e hijastras, con agregados de la cirugía
cosmética a todo dar.
Yo no sé
pero cada vez que veo a Cait, con sus dilemas de los vestidos y maquillajes en
los anuncios de la tv, me parece un insulto al intelecto. Es más espantosa la
transformación que se ha hecho pues el producto en realidad parece la novia de
Frankestein con los genes de las hermanastras de Cenicienta.
Si lo que
quería eran los looks y la fama perdida desde el año del mambo cuando fue
atleta, lo logró luego de cómo 8 años de episodios estúpidos y de admitir que
en algún momento quiso morirse por la vergüenza que sentía al vestir de
mujer. El problema de Bruce-Cait no era
de identidad sexual porque se hubiera resuelto con admitirse tal cual era, sino
de probar hacer $$$ en el Pop Culture de una era en que la belleza vale más que
la persona.
Para mí
seguirá siendo relativa y prefiero ver las caras lozanas y con arrugas de
personas de todo el mundo, anónimos cuya belleza se refleja en la mirada sin
botox, sin restilane, sin cirugías cosméticas. Por mi Caitlyn Jenner seguirá
siendo un personaje patético dentro de un mundo efímero y sin alma.
Derechos Reservados©MeneandoyMangoneando, ADH 2015
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