Vistas de página en total

viernes, 17 de junio de 2011

La prostitución de Romero Britto

Ayer recibí una comunicación vía Facebook de la supuesta coalición anti Britto. Pensé, por algunas semanas, que estaba más loca que las cabras, pues veía visiones del arte de este artista contemporáneo brasileño por doquier. Admito que su obra me gusta, es alegre, y sus colores tan intensos como una batucada. ¿Pero cuánto más tengo que ver? Sombrillas, carteras de todo tipo, camisetas a dos por chavo, tazas, maletas, wallets, y hasta las uñas esas que se enganchan las mujeres, pintadas al estilo Britto.
El pobre artista, lejos de darse cuenta, aunque le toque su purruchá por los Brittos originales, los made in China de seguro proliferan más, tiene que darse cuenta de que se ha prostituído su arte, que le dan cantazos en los aeropuertos, aguanta aguaceros torrenciales, y hasta una tecatísima dama de Río Piedras tenía su cartera pequeñita.
Britto, me gusta tu arte, pero esa proliferación ya me tiene hasta las narices. Me voy con Joan Miró a otra parte, y con  Van  Gogh a buscar la oreja. Mira que en Puerto Rico la gente es fiebrúa, pero this is too much. Uyyyy, acabo de ver un sticker en un carro con un corazón Britto. De infarto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario