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martes, 11 de diciembre de 2012

Con las bases llenas

No vengo de una etnia maya para decir eso de que el mundo se acaba en tal o cual fecha, tampoco  soy astróloga ni pienso serlo, pero ver el comportamiento humano en todo su esplendor, está de show y ayuda a ver las consecuencias.

Resulta que de un tiempo acá me están presionand fuertemente para que deje de hacer lo que más amo, escribir. Of course, que no lo voy a dejar. Es como pedirle al pintor que deje la pintura, o al médico que deje su práctica. Claro, hay que tomar las cosas de quien vienen y por ello, a lo que no te conviene le das delete.

Escribir, pintar, bailar, cantar, interpretar todo es arte, unos nacen con ello y otros con otros dones. Pero qué malo es pasar la vida sin reconocer que uno tiene un don para algo. Eso pasa en todas las familias, hay quien se destaca por alguna cosa y otros no. Eso no le da derecho a quien está oculto en sus sombras, a solicitarle al otro miembro del clan, que deje de hacer lo que le gusta.

Te imaginas si tuvieras hijos y tu hermano no, y viniera y te dijera que como él o ella no tiene, tú tampoco puedes tenerlos. Es que hay que tener la sangre de horchata para tomarse atributos como estos.

Las presiones, por más que vengan de dónde vengan, no necesariamente causarán el efecto que quien las provoca piensa. Cuando eso pasa, quien presiona no acepta que no tiene control sobre los actos del otro.


Leyendo un libro fabuloso que mi hermana querida me regaló, del Dalai Lama, puedo comprender que con el conocimiento se llega a lejos, y con la humildad y la sinceridad se completa el hombre. También que uno tiene que tomar acciones fuertes y correctivas para cambiar el panorama en que se vive.

"Porque todo el mundo se tire por el barranco, tú no tienes que hacerlo" decía mi madre cuando me criaba. Por eso, y aunque digan que se acaba el mundo, tirándose por el barranco o con un cataclismo, prefiero seguir mi rumbo con la tecla de delete para quien me ponga obstáculos y me diga lo que no puedo hacer...mira y que a estas alturas del juego y con las bases llenas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Las dos varas de la Justa Señora

Desde que soñé con espectáculo de peinado, glorificado sea el dubidubi, que en realidad es un preventivo para los pelos encrespa´os del trópico, caminando por los pasillos de un tribunal insular cualquiera, traté de descifrar el significado de semejante aberración de Morfeo, mi querido amigo.

El cuestionamiento inicial fue en qué rayos estaba pensando cuando me dormí.  Pudo ser la tragicomedia de la semana del Funeral del Macho, con su madre incluida en el cuadrilátero de la cafrería, cómo perdió otra vez Miguel Cotto --by the way, retírate Cotto--, el loco que se comió el pollito, que no era de Kentucky Fried Chicken, o la mujer que recibió una paliza inmisericorde de su boyfriend, un prominente abogado.

Después de echar todos esos pensamientos en una tómbola, albricias, deduje que las varas no eran para el lechón de las Xmas, que la doñita en dubi era la Señora Justicia, que metió preso al que se comió el pollo y sacó libre al que le dió la documentada paliza a la novia. Lo del dubi representa que la misma cafrería que se evidenció con la familia del Macho Man, y su entorno, el paseíto en carroza de cristal como Cenicienta barata, o Novia Gitana antes de llegar al camposanto, se ve todos los días en el sistema Judicial de la Insulita nuestra.

Cómo podemos pedir peras al olmo, si hay abogados conocidos y desconocidos, que entran en el mismo patrón de maltrato que el de la paliza de la novia, que hay jueces apunta´os en ese y otros mambos, y que en Puerto Rico, Charles Darwin, si encarnara reevaluaría la teoría de la evolución...nosotros, aquí vamos pa´tras como en cangrejo.