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lunes, 23 de abril de 2012

Estoy harta...del prejuicio

Si hay algo que me pone como león de la Metro, con la melena de puntas y rugiendo más que Simba, es el prejuicio. En Puerto Rico es taaan común que la gente te mire por encima del hombro si andas en flip flops, pantalones costos y camiseta. Demontres, estamos en el trópico con un calor que no permite ni blazers, ni demasiado maquillaje, porque del mismito sudo, parece crayones derretidos en la cara de quien se atreva a engancharse todos los colores en plena cara o careta.

El otro día, tuve esta extraña sensación que se me hizo realidad, en un comercio que es muy concurrido.  Sentía esa mirada que me estudiaba y sí, de eso se trataba. No soy la más fashionista, eso está claro y menos para ir un momentito a resolver una compra de último minuto. Gracias al cielo, me encontré al hijo de un amigo y nos conversamos. Los dos, en chancletas, pantalones de verano y camiseta. El es artista gráfico muy reconocido y yo, pues me las busco escribiendo. Quien nos observaba aún trabaja en aquél medio de donde los dos salimos a buen tiempo. La mirada era de prejuicio...debe ser lo que siente por dentro.

Luego de la conversación, ya mientras iba a mi casa, recordé a la profesora que me miró medio cruzaíta ella, cuando me presenté y le dije que era comunicadora de Extensión Agrícola...wtf? Y que había sido periodista colaboradora por años de un rotativo local, además de que ahora soy columnista de la revista CARAS, y mantengo un programa web radio llamado Spiritu en Boca. Sus ojos me lo dijeron todo. Dicen que son reflejo del alma. Vamos a dejarlo ahí.

No tengo Ph.D y trabajo con plaza docente en la UPR. Prefiero mi Hd.P de la vida para ingeniármelas...total Cervantes no tenía doctorado...tenía imaginación y buena letra.

Eso de escribir de vinos y espíritus, lo ven con frivolidad, quienes se confunden entre la academia y la lógica. Para ello hay  que estudiar, probar, viajar, sacrificarse, enfangarse por el campo, sentarse en el piso y practicar la sociología rural en la más impresionante versión.

No porque he recogido café, me he metido en platanales, he sacado yucas con todo y cadenas, para luego limpiarlas, he caminado entre cerdos, vacas y toros, no puedo competir en un campo saturado de informadores sin pasión, hechos en masa como juguetes...News for you darlings, si puedo.

Prefiero los vinos, los hombres y mujeres que son generosos con la tierra, prefiero los espíritus porque me cuentan historias, y al fin del día poco les importa si mis botas son de una marca o de otra, porque después de caminar en el fango, todos somos igualitos.

No juzgues si no conoces. Es mejor escuchar al que verdaderamente sabe, como decía mi abuela Isolina...que era muy sabia, y quedarte calladito.

Y de religión no me hables que prendo de medio maniguetazo...mira y que conmigo.

Prof. Amanda Díaz de Hoyo aka Prof. Amanda Díaz Torres MA.Hd.P

jueves, 19 de abril de 2012

La Pelona en el Serengeti Puertorro


Estos días han sido de cierta conmoción en la Insula Antillana Menor por la muerte de personas que obviamente no se habían muerto antes, y para completar la del chimpancé Yuyo. La acogida de estas noticias entre el pueblo sirvió de bálsamo para cambiar de los temas usuales y cotidianos.  Un paréntesis en la perreta politiquera, un paréntesis en el asunto de la criminalidad, y por lo menos, aunque con una perspectiva muy criolla, vimos cómo pasearon los restos del único cardenal puertorriqueño para arriba y para abajo como todo un rey o un celebrity. El show fue demasiado, digo acá entre nos, se le podian hacer las misas pero todas de cuerpo presente y por cinco días consecutivos, con el calor, la humedad, no sé como se mantenía un cadáver en estado visible. Ah, y para colmo con la televisión en High Definition, le dieron un close up a los varios días a los restos del cardenal que tuve duda de que fuera él, ni se parecía.  Ya me estaba recuperando del impacto visual y aunque me estuvo cuesta arriba tratar de que hacer entender a algunos que a los muertos se les deja descansar en paz, se despacha el Yuyo.

Que si lo van a convertir en robot, que si era un macharrán simio, que abusó y mató a su compañera, que fumaba y bebía. Desde el Safari Park hasta el Monoloro, y todas sus estadías y escapadas in between, la gente estuvo más pendiente al primate que a las demás cosas. Para colmo, muchos dejaron pa´lo último jugar a la loto por si acaso suspendían los 24 millones, los que se llevaron pero como premio de consolación dejaron la revancha. Del lobo, un pelo.

Ya había digerido que al mono no lo iban a velar tanto, y que no teníamos tal cosa como un baquiné en el Planeta de los Simios, con banderas a media asta, ni paseos por las jaulas de los monos rhesus en Lajas, cuando me topo con el arresto de unos bultos de listas de votantes. Sea la estampa de los escrutinios, de escrutar y del escroto, porque a la verdad que todo se parece. Hay galletazos, peleas, frustraciones y todo, hasta muertos votando, que lo más seguro es que los votos de desición de algún candidato son los del Cardenal y los de Yuyo. Todo en un proceso transparente como el agua de lodo. Mañana me voy de cacería.  

martes, 17 de abril de 2012

Y sigue dando vueltas

Estos asuntos de entierros de pueblo me ponen a pensar. El último así de evidentemente notable, por todas las volteretas que dio antes de que lo pusieran a descansar en la Catedral fue el del Cardenal Luis Aponte. Antes de eso, que yo recuerde, las volteretas que dio el cadáver de Celia Cruz fueron más que la vuelta al mundo de Julio Vergne. No sé si mi forma de ver las cosas, y de querer alejarme de un sensacionalismo que lo que hace es vender la idea de que no hoy más noticias que las reverencias a un difunto, que bien en su vida dio gloria por su calidad humana al país como muchos que humildemente pasan desapercibidos, es lo que más me incomoda de situaciones como esta.

Por lo menos, comenté en la oficina donde trabajo, se fue derechito al otro mundo sin que le achacaran los líos de pederasta de muchos otros curas.  En medio de todo esto del cardenal de las mil vueltas, me entero que el cura oficial de mi familia materna también se había despachado al más allá.

De ese tampoco escuché escándalos, gracias al Cielo. Lo único escandaloso era su manera de comer, sin disciplina alguna...ah, y que después que oficiaba  las confirmaciones se daba unos cuantos whiskies en la casa de  mis padres.  De él me acordaré que cuando se puso en boga eso de la comunión recogida por las manos de los feligreses me dio un santo mangue en el altar, que creo que del tiro jamás volví a comulgar. Eso de las prepotencias porque usan unas sotanas no va conmigo. Todititos somos mortales e hijos de un ser supremo que le queda chiquito eso de nombrarlo Dios. Sea como energía, como fuente incomprensible para esa décima parte del cerebro que usamos, jum que a decir verdad hay quien usa mucho menos de un 2.5%, me cuestiono por qué dar taaaantas vueltas con un cadáver si recordarlo como lo que fue es mejor. No si te digo que desde el muerto para´o, el senta´o, el de la ambulancia, y el de la motora, se une al folclore nuestro el del Cardenal marea´o.

domingo, 8 de abril de 2012

Santa Semana la Pasada

Cuando llegan los lunes, siempre tenemos la sarta de cosas que hacer. El lunes pasado no fue diferente, trabajo, arreglo de unos aros del carro, quedarme a pie por par de días.  Entre el tener que vestirme de paciencia en con el gomero que estaba arreglando los aros del carro, y la mega paciencia que tuve que tener con un loco que se presentó por allí, haciéndose más GI Joe que el eterno rival  de Ken, además de haber sido Superintendente de la policía en sus sueños y, en su momento de mayor lucidez, el doble de Demi Moore en GI Jane, ahí precisamente le dije: "Mire, usted debería estar en la UPI".  El loco, ni corto ni perezoso me ripostó con "ah, donde todo el mundo es nerdo como usted". Pues sí, seremos nerdos, pero queridito, tu estas de colocar un modelito de Nono Maldonado de camisa de fuerza chic.
Sería un gran espécimen para estudio el loco este.

Ya, habiendo salido del lío de las gomas, y todavía medio gulemba con las locuras del loco, me dije, así como para darme ánimo, esta semana los católicos acostumbran a hacer sus procesiones y se vuelve todo solemne. Vamos a tener una semana en familia.

La semana transcurrió bastante tranquila, una de mis compañeras de trabajo encontró el Jueves Santo, la fecha idónea para trascender y librarse del cáncer que por años la aquejó.Se liberó y con su liberación reflexioné tanto, porque la incidencia de cáncer en la mujer trabajadora es alta. Quizás el estrés que nos imponemos sea parte de ello, el aire que respiramos, la comida que comemos y hasta las medicinas que tomamos pueden causar desde liemdres, parásitos, cáncer, y toda suerte de enfermedades.

Es más, es un lujo vivir, es un lujo morir con dignidad. Poder entender el proceso de la muerte como lo que es, un dejarse ir poco a poco, cuando ocurre dentro del contexto de una enfermedad terminal, le da la oportunidad al paciente a despedirse, y a los familiares a arreglar cualquier asunto que tuvieran pendientes. Los asuntos que se quedaron en el tintero, allí estarán para siempre. Es más difícil cuando uno se va de zopetón. Pero bueno, nos toca a unos primero y a otros después. Por mi parte creo que somos energía, y que esa energía pasará a otra dimensión, no dejamos de ser quienes somos sino  que nos transformamos.

El día y la hora no la sabemos, pero cuando a mi me toque, nadie me quita lo baila´o...insisto en que todos brinden en mi memoria, porque del otro lado estaré yo copa en mano brindando por ustedes.

domingo, 1 de abril de 2012

Los sombreros picudos ¿Sevilla o KKK?

 Ea rayos, ya estamos en Semana Santa, digo, a mi me criaron en un hogar "católico" y ahora, me doy cuenta que era "caótico" pero pa´lante, que pa´trás ni pa´coger impulso. Lo cierto es que cuando chiquita, le temía a la Semana Santa. Primero, eso de empañoletar de violeta a cuánta imagen de santo, virgen y Cristo había, me ponía los pelos de punta. Era mejor rezar que mirar ese espectáculo.

Entonces empezaban las películas aquellas de todas las penurias de la humanidad, y la pelea con las espinas, no de Cristo, sino de la pescadilla, la sierra, el chillo que nos servían bajo la premisa de que no se come "carne". Total, a parte de las espinitas, eso de comer pescado y mariscos venía bien con excepción, a mi corta edad, de aquél  arroz con calamares, que ahora me doy cuenta que a mi madre, sorry que estás allá arriba, no le quedaba muy bien que digamos y con frecuencia se le ahumaba. De negro con la tinta, nunca lo ví. Ese recuerdo non grato todavía permea en mi memoria gastronómica...

Las películas por un lado, gladiadores romanos, Charlton Heston, los Diez Mandamientos, el Manto Sagrado...a eso se le sumaba  la cantaleta de que no se podía escuchar música, de que todo era bien triste e irse de vacaciones esa semana era cosa del demonio. 

Llegaba jueves santo, y la misa de la pedicura era más larga que la esperanza de un pobre. Se abarrotaba el templo y uno agobiado y soñoliento no tenía de otra que espetarse en el trasero el banco como los mismitos clavos de la cruz, y pa´colmo con terror.

El viernes no se podía hacer ni jota, sólo ir a la procesión para ver a quienes se dejaban poner batolas y maquillaje para recrear, otra vez, la odisea esa de Cristo.  Cuando hacía calor que era casi siempre, nos teníamos que ir detrás como penitentes.   A esa edad, qué pecados habríamos cometido si éramos chiquitos...Siempre existía la posibilidad de un buen aguacero y de mojarnos en la lluvia...ah, y que se acortara de paso la agonía de la procesión.

Pobre de los que disfrazaban de romanos, porque las chancletas estaban bien puñeteras...todavía me dan gracia, parecían de viejitos de home. Pa´colmo, disfrazaban también las escobas y las tapas de zafacones, porque todo era low budget pero al estilo hollywood criollo.

Todavía recuerdo que un viernes santo se me espantó el ángel de la guarda pues la tierra tembló por la noche. Todos salimos de la casa, siguiendo las instrucciones del progenitor...era de noche y pa´colmo, uno más asusta´o porque eso era como el fin del mundo a causa de la pocavergüenza de los que se largaron pa´la playa y no cumplieron con los designios del Señor, seguramente vendría todas las plagas de la Biblia a caernos como macacoa.

En la tele pasaban imágenes de la Semana Santa en Sevilla, y mi madre decía que quería ir a pasar una semana mayor por esos rumbos. Yo miraba los sombreros picudos y no me cuajaban bien pues en los Estados Unidos había unos locos fanáticos, el KKK, que usaba la misma indumentaria pa´cometer atrocidades contra los negros...y yo me miraba la piel medio oscurita según mi mamá, por que era la negrita de casa. Si iba para allá me lincharían, pero si iba a Sevilla estaría bien cool, parecía que la pasaban mejor porque los efectos especiales y los trajes estaban lindos. El deseo de mami era ir a España, no necesariamente a la Semana Santa, ese era un pretexto...por lo menos llegó a Madrid y a Barcelona, jajaja, conmigo, no nos asustamos y la pasamos divinamente bien. Insisto en que fue su mejor viaje...

Acá, del lado de esta dimensión, me estoy riendo de todos esos momentos de infancia en los que no sabíamos qué rayos decía el cura, y las letanías que repetía la gente. Total , para nosotros, se estaban quejando de algún dolor, y los más que se quejaban tendrían  los zapatos más apreta´´ os.... Así, no importa cuántos años pasen, siempre serán mis semanas santas, la del santo susto que pasábamos...Por eso, cuando medito es en voz baja...y que nadie se atreva a interferir entre mi unidad con el de Allá Arriba ni se pretenda poner de intermediario...después de todo "Quien tiene boca no manda a soplar".