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domingo, 1 de abril de 2012

Los sombreros picudos ¿Sevilla o KKK?

 Ea rayos, ya estamos en Semana Santa, digo, a mi me criaron en un hogar "católico" y ahora, me doy cuenta que era "caótico" pero pa´lante, que pa´trás ni pa´coger impulso. Lo cierto es que cuando chiquita, le temía a la Semana Santa. Primero, eso de empañoletar de violeta a cuánta imagen de santo, virgen y Cristo había, me ponía los pelos de punta. Era mejor rezar que mirar ese espectáculo.

Entonces empezaban las películas aquellas de todas las penurias de la humanidad, y la pelea con las espinas, no de Cristo, sino de la pescadilla, la sierra, el chillo que nos servían bajo la premisa de que no se come "carne". Total, a parte de las espinitas, eso de comer pescado y mariscos venía bien con excepción, a mi corta edad, de aquél  arroz con calamares, que ahora me doy cuenta que a mi madre, sorry que estás allá arriba, no le quedaba muy bien que digamos y con frecuencia se le ahumaba. De negro con la tinta, nunca lo ví. Ese recuerdo non grato todavía permea en mi memoria gastronómica...

Las películas por un lado, gladiadores romanos, Charlton Heston, los Diez Mandamientos, el Manto Sagrado...a eso se le sumaba  la cantaleta de que no se podía escuchar música, de que todo era bien triste e irse de vacaciones esa semana era cosa del demonio. 

Llegaba jueves santo, y la misa de la pedicura era más larga que la esperanza de un pobre. Se abarrotaba el templo y uno agobiado y soñoliento no tenía de otra que espetarse en el trasero el banco como los mismitos clavos de la cruz, y pa´colmo con terror.

El viernes no se podía hacer ni jota, sólo ir a la procesión para ver a quienes se dejaban poner batolas y maquillaje para recrear, otra vez, la odisea esa de Cristo.  Cuando hacía calor que era casi siempre, nos teníamos que ir detrás como penitentes.   A esa edad, qué pecados habríamos cometido si éramos chiquitos...Siempre existía la posibilidad de un buen aguacero y de mojarnos en la lluvia...ah, y que se acortara de paso la agonía de la procesión.

Pobre de los que disfrazaban de romanos, porque las chancletas estaban bien puñeteras...todavía me dan gracia, parecían de viejitos de home. Pa´colmo, disfrazaban también las escobas y las tapas de zafacones, porque todo era low budget pero al estilo hollywood criollo.

Todavía recuerdo que un viernes santo se me espantó el ángel de la guarda pues la tierra tembló por la noche. Todos salimos de la casa, siguiendo las instrucciones del progenitor...era de noche y pa´colmo, uno más asusta´o porque eso era como el fin del mundo a causa de la pocavergüenza de los que se largaron pa´la playa y no cumplieron con los designios del Señor, seguramente vendría todas las plagas de la Biblia a caernos como macacoa.

En la tele pasaban imágenes de la Semana Santa en Sevilla, y mi madre decía que quería ir a pasar una semana mayor por esos rumbos. Yo miraba los sombreros picudos y no me cuajaban bien pues en los Estados Unidos había unos locos fanáticos, el KKK, que usaba la misma indumentaria pa´cometer atrocidades contra los negros...y yo me miraba la piel medio oscurita según mi mamá, por que era la negrita de casa. Si iba para allá me lincharían, pero si iba a Sevilla estaría bien cool, parecía que la pasaban mejor porque los efectos especiales y los trajes estaban lindos. El deseo de mami era ir a España, no necesariamente a la Semana Santa, ese era un pretexto...por lo menos llegó a Madrid y a Barcelona, jajaja, conmigo, no nos asustamos y la pasamos divinamente bien. Insisto en que fue su mejor viaje...

Acá, del lado de esta dimensión, me estoy riendo de todos esos momentos de infancia en los que no sabíamos qué rayos decía el cura, y las letanías que repetía la gente. Total , para nosotros, se estaban quejando de algún dolor, y los más que se quejaban tendrían  los zapatos más apreta´´ os.... Así, no importa cuántos años pasen, siempre serán mis semanas santas, la del santo susto que pasábamos...Por eso, cuando medito es en voz baja...y que nadie se atreva a interferir entre mi unidad con el de Allá Arriba ni se pretenda poner de intermediario...después de todo "Quien tiene boca no manda a soplar".

1 comentario:

  1. Don't worry Nena...Creo que tu mami, cuando se fue de juerga contigo a España sabía que no encontraría a nadie mejor que tu ... Conocía de pre-textos ( previo a los escritos)...jejeje. Ah! tienes toda la razón: si tienes boca, sopla....EXCELENTE!!!

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