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domingo, 2 de febrero de 2014

El pacto de silencio: Hasta Luego

De seguro se sentía peor que en otros días. El pecho apretado hasta el ñú, y la respiración cortita. Así comenzó su trayectoria final, con momentos lucidez que se iban apagando poco a poco. Los sueros, los tubos plásticos, el sonido de las máquinas eran su nuevo escenario. Lejos quedaban las caras de sus familiares y amigos, lejos quedaban las caras de aquellos que vio nacer y crecer...Presagiaba que se iba y confabuló con los suyos para hacer un pacto de silencio, allí desde su cama del hospital, porque así sería su desaparición. Calladito.

Mientras la sedación le hacía efecto, recordaba algunos datos de su niñez en el casco del pueblo lejos de la capital de la Insulita. Allí corría libre y sin preocupaciones. Él fue él desde siempre, con su soberbia y  su determinación y como dice el refrán: genio y figura hasta la sepultura.

Su inteligencia le permitía ver las cosas desde una perspectiva más abarcadora, más allá de lo evidente y de ahí nacieron tantas figuras que se internalizaron en la mente colectiva.  Me lo imagino caminando por ahí, por California, es más por España, mirando y creando en su mente su próximo paso.

Me hizo reír y me hizo llorar, no supe cuánto me iba a afectar su partida física, aún cuando en los últimos tiempos no lo había visto. Las cosas de la vida, el trabajo, los líos nos distancian pero el recuerdo nos une.

No sabía hasta hace poco, pues ese silencio pactado entre todos sus más allegados, no permitieron que se supiera más de lo necesario. Pero cuando supe, regresaron a mi mente los gratos momentos y las conversaciones en torno a la mesa. Esas nadie me las borra de la memoria, esas nadie las calla, y todavía me hacen reír.

Aquí me doy cuenta que los pactos de silencio sólo viven un momento, me reafirman que después de idos, los que se van hablan hasta por los codos. Y el silencio es elocuente, más de lo que se cree.

Gracias por haberme hecho reír con tus frases y tu actitud. No me pude despedir como manda la sociedad,  pero lo hago a mi manera, con una lágrima y una sonrisa...hasta luego, y ve planificando que allá al otro la´o, nos veremos otra vez y nos vamos a estirar de la risa. Anda pa´l cará, "muy ácrato, incríto, períncrito y umbilical".

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