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domingo, 23 de febrero de 2014

La revuelta de curas, pastores y los demás

El asunto que otro cura más fuera señalado como pederasta aquí en la Insulita no me está nada raro, pues entre pastores, pseudopastores y sacerdotes, y un fracatán de otros desgraciados que han abusado de los más vulnerables.

Ciertamente me rejode que el cura al que ahora le achacan el abuso sexual contra un menor de edad, fue precisamente el que en su momento, nos dio las clases prematrimoniales, esas que exige la iglesia católica. Pa´colmo de males, el cura que nos casó, que era todo un monseñor, pero siempre me cayó como patá en la espinilla, también hizo las portadas de los periódicos locales porque abusaba de los monaguillos. ¿Y las clases las tomamos con estos locos de la vida escondidos tras la sotana? 

Habiéndome cuestionado la validez de los dogmas y por qué la iglesia no camina con los tiempos, entiéndase deje que mujeres entren al sacerdocio, permitan que los curas se casen, liberen  a los divorciados de los estigmas de cero comunión si rehaces tu vida con otro, permitan que los homosexuales se unan como prefieran, y dejen el vacilón de no pagar impuestos cuando andan metiendo las narices en todas las leyes y asuntos mundanos, me doy cuenta que en pleno siglo 21, el pensamiento está limitado a lo que quieran toda suerte de pensamientos religiosos. Para mí, crecer espiritualmente debe ser un sendero personal y hacer el bien para y por todos debería ser la acción de todos los días.  

Hace un tiempo, un pariente que se quedó en el camino de los recuerdos, se atrevió a escribirme una carta en la que entre muchos reproches destacaba que yo no seguía la religión de mis padres. ¿Y por qué habría de hacerlo, por compromiso social? No ombe, hay que ser presenta´o para cuestionarme eso. Yo no cuestiono si perteneces a tal o cual partido, si eres religioso o religiosa, qué inclinación sexual tienes, si eres fiel o no a tu pareja. Ese no es mi asunto, así que no te metas conmigo. Lo peor es que entonces estos que se toman atributos como el susodicho, piensan que están siendo religiosos. Mire compay, la verdadera religión la vivía Madre Teresa de Calcuta, y otros como ella que se dan al prójimo sin esperar recompensas.

¿Si la iglesia es tan justa, por qué no mete presos a todos estos charlatanes que abusan de los niños? Es más fácil comprar el silencio por unos miles de dólares con par de colectas especiales, que enfrentarse a la justicia. Yo me cuestiono, acá entre nos, mientras están cerrando colegios y no hay aumento de sueldo para los maestros, ¿de dónde sacan los $? Supongo que la tarjeta de débito no necesariamente dice Banco Vaticano. Mano, y el malo de la película es el escritor Dan Brown, hereje como Galileo.

Si quieren los curas casarse que lo hagan, si quieren parejas de su mismo sexo perfecto, pero que sean adultos. A los niños me los dejan en paz. Lo siento monseñores, curas y pastores...están fuera del reino los que cometen el delito y los encubridores. Meeeerrrra, que los cojan confesa´os... 


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