Por: Amanda Díaz de Hoyo
Desde que
escuché lo del body farm en una
reunión del departamento de Educación Agrícola de la UPR en Mayagüez, quedé fascinada con el tema. Primero le dije al boss, que definiera lo que era pues para
mí, eso de sembrar cuerpos no tenía mucha lógica a menos que fuera en el
cementerio. Nada, luego de su explicación le digo que en arroz y habichuelas,
lo que entendía era que se trataba de una facilidad de investigación
entomológica forense. De ahí, y mientras mis compañeros atendían el resto de la
reunión, me imaginaba a Mark Harmon en la serie NCIS, caminando por la morgue. Morbosa full. Y aunque mi jefe se opuso al
establecimiento de este tipo de centro de investigación en la Estación
Experimental –sé que muchos estarán en contra pero en un país donde se celebró
el muerto en motora, en ambulancia, la muerta del sillón y está de moda poner
en los medios sociales cualquier muerto que se encuentre uno en l carretera—pienso
que los muertos y los insectos nos pueden aclarar los procesos por los cuales
se pasa en el caso de esclarecer crímenes y muertes de dudosa reputación.
Choky, personaje de la novela de ficción de John Wyndham, inmortalizado en la cultura pop del cine. (Banco de Imágenes Internet).
Supongo que
muchos se horrorizarían porque piensen que Choky—el famoso personaje de John
Wyndham—se les pueda aparecer de noche y arrancarle las uñas de los pies, o que
se desate un Poltergeist magnífico. Pero
si hubiera que determinar la causa científica de una muerte ¿se opondrían? Más si se trata de añadir elementos a una investigación que desemboque en el tribunal.
Como no
tenía conocimiento alguno sobre el tema este del body farming, me puse a buscar datos a ver si es viable para la Universidad de Puerto
Rico, pensando un poco más allá de los conceptos tradicionales—y me topé con
este artículo que me aclaró dudas y me
colocó en mejor perspectiva lo que me sospeché desde un principio (gracias Chapulín Colorado, que by the way eres insecto) http://www.forbes.com/sites/kristinakillgrove/2015/06/10/these-six-body-farms-help-forensic-anthropologists-learn-to-solve-crimes/.
Al presente,
conforme a este artículo, hay 6 centros de Investigación Forense o Body Farms en los EE.UU. El primero se
estableció en la Universidad de Tennessee en 1981 y pasaron años antes de que
en 2006, la Western Carolina University abriera uno. A estos centros le
siguieron Texas State, Sam Houston University, Southern Illinois University y en línea de espera
están: Florida, Wisconsin y Pennsylvania.
A este dato, le faltó que nosotros estamos en la fila también.
Hay que
buscar la ciencia detrás de todo esto y no se crean que los cuerpos que
llegarán a los recintos serán de cualquier persona sino los que estén
predeterminados para donaciones a favor de los estudios.
Algo así se vería en estos centros de investigación. Hay más fotos en el WWW pero creo que muchos estómagos no están aptos.
Entonces, y
aunque en realidad estos centros no son de lo más lindo para muchos, valdría la
pena para el beneficio de los estudiosos, estudiantes, las escuelas de
ciencias, y el sistema de justicia ver el proceso de descomposición del cuerpo humano en todas sus
etapas. Además, entender que la muerte física nada tiene que ver con la energía
de cada quien, la que permanece en los recuerdos de sus seres queridos.
Por mí que
estudien, busquen y analicen. Y que también lo hagan con variedades de
marihuana y plantas que por adulteración se han vuelto conflictivas en la
sociedad presente. El Body Farm, conmigo no tiene problema…es más deja ver si
hay reruns de NCIS.
Derechos Reservados
©Meneando y Mangoneando. 2015.
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