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miércoles, 28 de agosto de 2013

Instinto maternal vs. atracción fatal


Trato de buscarle la vuelta al asunto este del maltrato de menores, en particular cuando son los padres y madres quienes permiten o perpetúan ese tipo de acción.

El condena´o maltrato a los niños no conoce clases sociales y son muchos quienes lo tienen calladito. Hoy día, cuando recién nos enteramos del nombre de un pequeño que sobrevivió a una paliza brutal, mis compañeras de trabajo y esta que escribe discutimos un poco sobre el tema obligado.

¿Qué es ese instinto maternal? Por lo menos, quienes comentamos en la ofi sabíamos que lo tenemos. Nuestro perfil académico y social es una cosa aparte, nuestro común denominador nos volvemos locas si le pasa algo a uno de nuestros hijos.

Una de mis colegas me dice, si a mi me hubiera pasado algo como lo del caso de Lorenzo, hubiera salido como desquiciada al hospital. Es más, contó que en algún momento tuvo que salir volando con su hijo menor a la sala de emergencia y cuando se da cuenta, llevaba la blusa al revés y el tinte chorreando porque se estaba pintando el pelo en el preciso momento del accidente de su hijo. Entonces le conté de mi hijo, que se dió una rajá de frente porque el perro se metió en el medio y el muchacho fue a parar al portón que tenía un alambre y con eso abrió la frente. También, con el chorro de sangre, salí como demente, en shorts y chancletas, y con  un color de uñas anaranjado rabioso que me había puesto mi nena mientras jugábamos. Después del susto inicial, las dos coincidimos en que nos dió pánico pensar que los médicos hicieran alguna querella de maltrato, aunque fueran accidentes.

Lo peor del caso es que hay como una cosa mala que dicta no sé cuál de las suertes, que cuando uno se da un machucón, todos los demás cantazos vienen para ese mismo sitio.

A la semana le cortaron los puntos a mi hijo, y al otro día de cortárselos tuve que volver porque el condena´o muchacho no se estaba quieto y arrancó a correr por la casa, dándose en el mismo lugar con la punta de una mesa.

Mire doctor, primero fue el perro, y ahora la mesa, pero no se preocupe que la semana anterior vino mi marido porque lo mordió un caballo.

Después de esa, creo que se dieron cuenta que éramos más que responsables con el muchacho. El día que por eslemba´o se encontró cara a cara con un poste y el chichón llegó a la China, desde CT Scan hasta observación continua. Después, ya de adolescente jugador de voleibol, el récord permanecía abierto. porque esto era a cada rato.

Comentábamos que como madres el instinto maternal --que es tan animal como el de la gallina que vela por sus pollos, o la perra por sus cachorros-- va primero que cualquier atracción fatal que pueda tenerse por un hombre. Al menos  quienes comentábamos tenemos parejas estables y buenos padres. Pero eso de que anden las mujeres correteando con cualquier tusa que se encuentren por enamoramiento o beneficio econónómico o sexual,y dejen a un lado el bienestar de sus hijos pequeños me saca el monstruo.

Mejor sola que mal acompañá. Si no puede querer a su hijo y al boyfriend al mismo tiempo, que se joda el boyfriend. Si no quiere a su hijo, la adopción es remedio o sino que sea hijo de crianza de algún familiar, pero no más palizas y malos tratos. Está bueno ya.

martes, 27 de agosto de 2013

Los super vecinos

Dicen que los vecinos llegan primero que la familia. Es más, que los amigos son la familia que uno escoge.

Eso de preocuparse uno por otro es la ley del buen vecino. Hace unos días, antes de que la vecina de Tati la hiciera famosa, escuchaba cómo una de mis vecinas se quejaba porque los perros ladran. Pa´mis adentros pensaba, si hablaran sería la panacea pero si ladran por lo menos avisan que algo sucede y uno, de estar en la casa, averigua qué sucede.

Esto de ser vecino tiene sus ventajas, como que te envíen aguacates Wilson Popenoe en plena temporada de cultivo, o unos guineítos cuando menos te los esperas. Cuando sales, te velan la hora de salida y la de llegada...también dirán su chisme pero nadie es perfecto.

Nosotros, tenemos una vecina que la apodan Tati. Gracias al Cielo por esta calle cero derrumbes pero ayer, a una semana de la solemne escocotá del cerro calizo ese de aquí cerca, una de mis amigas de otra calle poste´o la foto en la red social Facebook de las inundaciones de su calle.

Otra vez se repite la historia de las inundaciones en el vecindario. Otra vez el susto y el martirio para quienes tienen que ver cómo se llenan de agua las alcantarillas y las aceras, las calles y por lo menos, las entradas. Aquí no hubo pérdidas materiales ni humanas, pero me cuestiono en el caso de Tati y los vecinos de Villa España, qué podrán hacer porque han perdido su techo, ese que les costó pagar por taaaantos años y ahora no pueden usar.

Lo mejor del caso es ver cómo surgen toda clase de excusas de las aseguradoras para no darle ni un vellón porque el desprendimiento no lo causó un terremoto o un huracán. No joda, ¿hay que tener toda la maldición encima pa´que respondan? Por lo menos Tati cuenta con su esposo e hijo, y están tratando de estabilizar no el terreno sino sus vidas.

La historia fuera otra si la super vecina no hubiera tomado el vídeo y lo pasara por los medios sociales. Entonces, todo sería inexplicable y sin testigos.

Me pregunto yo acá, ¿haríamos algo por un vecino en peligro? Coño, quiero pensar que sí aunque me digan presentá.