Despertarse cada día en esta Insula vale un imperio. Entre los issues comunes, colectivos, noche de San Juan, juergas y calores sofocantes como antelación a los torrenciales aguaceros, están los polvos...el polvoriento ambiente del Sahara se limpia de cuando en vez con una onda tropical. ¿Pero cuán tropical fueron los polvos en el sobre que enviaron al Capitolio? Tengo varias teorías. La primerita, viene acompañada de glotonería...polvos de mallorcas que se quedaron sobre la mesa de la cafetería del capitolio, y que sirven de evidencia para cobrar las jugositas dietas de los legisladores. Esa fue un favor. La segunda, el gremio magisterial necesita tizas nuevas de cara al año escolar que se avecina, como no les creen que no hay esos valiosos instrumentos de trabajo, le enviaron lo que quedaba en los borradores a fin de semestre. La tercera, que después del gasoducto que nos quieren enjorquetar, viene el aire central isleño pá protegernos de los polvos africanos esos que nos tupen la nariz y el entendimiento...y la cuarta, de índole sexual, que hay quien los necesita a ver si con un orgasmo le sube el oxígeno al cerebro.
Sea cual fuere, nada de antrax, el teatro del terrorismo pudo desviar algo de la opinión pública del vacilón con Barea. Ná que él no se va a lanzar de candidato, mejor sigue en la cancha, pagan nice y tiene más exposición. ¿Y el polvo? Se fue a juyir dentro del vacuum cleaner.
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