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sábado, 4 de junio de 2016

Entre Camellos y El Grito...arte como desastre


Por: Amanda Díaz de Hoyo



Con esta ilustración de Animatedvisionspro puedo encontrar mejor uso de los colores anaranjado y violeta, que en un atardecer con un pterodáctilo con las patas hinchadas.


Antes de escribir estas líneas, recordé el cuadro del noruego Edvard Munch, el pintor expresionista, que capturó entre líneas y contornos usando los colores de un atardecer para transmitir la idea de lo que es el ciclo de la vida. Así como el objetivo de The Scream quedé luego de ver dos obras desastrosas, que colgaban risueñas de una pared privada. Gracias al Universo, las pinturas jamás competirán con los minnions que hacemos en casa o los dibujos de un niño de 5 años. Sería inculto e irresponsable de mi parte someter a los chicos a tal atrocidad visual y colorida.


El camello trípode y gambao.



Estos cuadros, sin son ni ton, tienen de gracia lo mismo que esas toallas de playa grotescas que cuelgan en la carretera número dos. Nada de proporción, equilibrio y balance. El primero, trata de reconstruir lo que se supone que sea un atardecer. Aquí vuelvo a los colores de Munch, porque él sí pintó The Scream en el atardecer, y la susodicha obra parecía de ice cream, y en mi inglés I scream...solo de verla. Ni en los mercadillos callejeros de Punta Cana se consigue cosa tan horripilante como esa.


Gracias María...era algo así como extraterrestre.


El otro, una mezcla de dos reyes magos con camellos amorfos y biológicamente incorrectos, parece a celebración a todo fuete de la presentación del vástago león de Lion King en la Guerra de las Galaxias.

Vuelvo a pensar en Munch, el segundo hijo de un matrimonio, que encontró en el arte la libertad de pensamiento...los segundos somos así. Y luego de ver una y otra vez las fotos de esas obras desastre, lo mejor es recurrir a una hecha por mi nieto, que describe mi cara cuando veo las cosas mal hechas y peor puestas.

Para que tengan idea de lo que les trato de explicar, mi sobrina querida hizo una versión mejor de los condena´os camellos y mi nieto, la cara de su aui, con cólicos visuales.

Aquí vamos...


                                           Mi cara cuando ví aquellas obras desastre.



Meneando y Mangoneando © Derechos Reservados. Amanda Díaz de Hoyo. 2015.

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