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martes, 26 de marzo de 2013

La mentira: tu peor enemigo

 A veces me pregunto ¿qué rayos le pasa a la gente que miente taaaaanto? Cuando la mentira es tan evidente, es obvio que aplicamos el refrán: No hay más ciego que el que no quiere ver.  O sea, el mentiroso compulsivo es el único que se cree sus mentiras, y obviamente no mide consecuencias.

En los últimos días, la Insulita ha sido escenario del encuentro de titanes: la religión versus la ciencia. Nada nuevo pero es que el caso del hijo de Mita, que a pesar de sus 90 y tantos abriles y quien anda con guardaespaldas porque rige una religión, pasa de claro a oscuro. Para aquellos que lo consideran un semi dios, quizás eso del DNA sea un entrampamiento, pero para quienes lo consideramos sólo un hombre más sobre la faz de la Tierra, pues ná, que tuvo un hijo, hace más de cuarenta años. El problema radica en la mentira, en encubrir una realidad a su conveniencia. ¿Acaso será que en esa iglesia que pastorea hay herencia de por medio? Si él es un semidios, entonces el nieto de Mita es semidiosito.

Pa´colmo, la India sostuvo un altercado con su boyfriend, que debe ser su boy toy, y le zumba rápidamente la culta a unos turistas. ¿Acaso ella no se dio cuenta que la zona dónde ocurrieron los hechos está vigilada por cámaras de seguridad? No, si te digo, se creen que todos suponemos que la luna es de queso y se come con pan.

La mentira compulsiva y constante se llama mitomanía. La gente, como los dos casitos anteriores, y muchos otros que  tengo de conocimiento directo, pierden credibilidad ante los demás. Mienten con histrionismo, entrelazan la verdad con la fantasía, viven en Lalalandia y se creen dioses del Olimpo, todo con el fin de construir una imagen de ellos mismos diferentes a la realidad.  No soy perito de estas materias, pero vale la pena estudiar el comportamiento de la gente, y ver cuántos mitómanos tenemos cerquita. De hecho, la mentira es siempre el peor enemigo, destruye los lazos de amistad, familiares y sociales. Cuando se miente compulsivamente, los demás te sacan el cuerpo porque están hartos de escuchar tantas estupideces juntas.

Me parece que la baja autoestima, los complejos que desde la infancia se traen, y hasta la incompetencia en el plano académico y profesional, hace que la gente mienta para crear una imagen: la misma que hubieran querido tener.

El problema es que, como en el casito de la India, los mitónomos, por lo general, que están en una relación de pareja pueden llegar hasta la violencia. He conocido de cerquita estos estilos de embusteros, y es más me parece que se reproducen por esporas, como los helechos.

El lado bueno, es que al embustero uno se le va del lado. En mi caso, distancia y categoría, porque con embustes pa´ningún la´o que van. Ah, y hay cámaras, body language, y evidencias documentales. Eres mortal y metiste la pata.

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