Vistas de página en total

martes, 20 de marzo de 2012

El amor y la locura

¿Cómo es que a unos sí y a otros, no? Me explico. Las leyes en esta Insulita están al garete, las familias también.  Resulta que en menos de dos días han asesinado a dos chicas, digo sus parejas consensuales, sentimentales o lo que sea. Ellas se unen a la lista de mujeres asesinadas, niños, y taaantos otros que no hay papel que aguante nombre. Me preocupa que en estos casos de mujeres asesinadas  a manos de sus parejas, y a la sazón de cualquier ser humano que muera por las mismas razones, no se trabaje desde la perspectiva de una relación de codependencia: para cada víctima un victimario y vice versa.

Hacerse la víctima, dentro de una mente distorsionada es llamar la atención de la pareja. Hacerse el fuerte, y humillar hasta lo último, es ejercer un poderío descontrolado. Ambas personas, jovenes o maduros, están  bien malitos de la azotea. El amor propio, la dignidad y el respeto son desconocidos. Han aprendido mal los valores o nunca los aprendieron. Jamás se dieron el espacio para amarse a sí mismos para amar a otros.

El que a hierro mata a hierro muere, y se muere por dentro.
Sea como pareja o en comunidad, dentro o fuera del marco familiar, las frustraciones no se trabajan de manera adecuada. La fuerza, la violencia y el descaro sehan apoderado de la psiquis para quedarse ahí. La maldad es, sin lugar a dudas, la falta de bondad. Y para avivar el fuego que consume los valores, le damos al pueblo  novelitas insólitas 24/7. No si te digo que hay que joderse.

Los medios siguen con la cantaleta de ensalzar al maleante, y hasta las leyes promueven este disparate, porque resulta rentable para el estado. ¿Necesitamos más crímenes para más fondos federales?

La verdad es que el tema tiene muchos ángulos y no es fácil entenderlo ni lo pretendo. Hay que tomar responsabilidades, todos juntos, cada quien por sus actos. Hay que mandar pa´l infierno ese "ay bentido".

Entonces, cabe preguntarse ¿por qué se juzga por un lado a la madre que por accidente fortuito olvidó a su hijo, quienmurió, y  ellapurgará su pena toda la vida? ¿Por qué a los que callaron la violencia doméstica, de género o lo que sea,  no les crean una ley de esas pintorescas que los haga cómplices de la muerte de otro? ¿Por qué carajos no acaban de buscarse una ley estricta y empiezan por averiguar las poca vergüenzas que pasan en el sistema judicial y de pasito, mandan a don Millo a las pailas? Digo yo acá, no hay más ciego que el que no quiere ver, y el doñis este no sirve ni pá llevar la puerca al berraco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario