Desde hace días se me ha metido entre ceja y ceja dedicar unas líneas al periodismo underground. La idea de un periodismo serio underground, sin medios masivos que tienen agendas escondidas pero que a toda luz son más shoppers con editoriales e historias atrapadas en las relaciones públicas, es a mi entender de filosofa de cuneta, una de las mejores opciones que tenemos para ir más allá de las noticias efímeras y sin sustancia.
En la Insulita indómita que vivimos, donde muchos periodistas pasan de ser miembros del cuestionable cuarto poder, a celebrities, la percepción noticiosa insularista permea a tal extremo que la información que recibimos de otros lares, llega un día tarde. El mejor ejemplo es que quienes estamos leyendo constantemente lo que pasa en el mundo, lo hacemos en los medios electrónicos y no con tinta y papel.
Somos testigos de las metidas de pata tanto de la prensa local como internacional, todo por la maldita prisa de publicar antes que nadie tal o cual cosa. La inmediatez ha hecho que el periodista o pseudoperiodista --esos que lo que hacen es plagiar de otros, y enganchar bylines, con el aval de un editor ausente-- dedique sus esfuerzos no en analizar la noticia sino en agigantar lo absurdo, dejando fuera lo verdadero.
He estado ligada a los medios por muchos años, he sido testigo de la transformación del periodismo. He sabido decir, no quiero publicar en un medio donde se empeña la palabra por unos cuántos dólares, y creo firmemente que la prensa está para informar y educar al pueblo.
El problema ha sido la masificación de los informantes, donde el que ha visto una gallina de palo ahora sabe de dinosaurios y es paleontólogo, cuando se le da validez a la palabra dominguera en vez de la razón y la ciencia detrás de la información.
El plagio, dito sea...es el común denominador de muchos medios de esta Insulita...lo hemos visto en portadas, en todas las secciones de medios controlados por los mismos de siempre para luego quedar en nada quienes violaron la ley. Lo hemos denunciado a los editores en jefe, pero la inercia corroe el tuétano.
Es por esto, y por muchas otras cosas más, que los mejores periodistas de mi Insulita están fuera de los medios grandes, están celebrando ese periodismo underground, que recoge mucha más información que el papel tradicional. Los blogs, los vídeos un YouTube y hasta los estados de ánimo en las páginas de Facebook han dado mejor calidad en el pensamiento crítico que los medios tradicionales.
A todos esos pensadores, requetepensadores, periodistas de libreta,análisis e investigación, esos que los dejan a un lado porque el sueldo que generan de un medio comercial es muy honeroso en comparación con lo que ofrecen a los periodistas recién estrenados o mal llamados reporteros, a esos les va toda mi felicitación. Ellos son los que se atreven a hacer la pregunta, a ver más allá de lo evidente, a corregir si meten la pata, a admitir que somos humanos y que todos somos dueños de la palabra, impresa o electrónica.
Los escritores y periodistas de verdad no venden su pluma al mejor postor, tampoco deslucen su imagen con historias laxas...no ombe, hay que tener los calzones bien puestos y seguir con el Periodismo Underground. Felicidades esta semana...
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