La Muerta del Sillón

Me estuve tratando de imaginar una conversación entre la doña que alegan sus familiares que quería que la velaran sentada en el sillón, tan bien embalsamada que parecía lista para un papanicolau en vez de para tocarle la puerta a San Pedro. El Gabo se hubiera dado por vencido, de seguro, cuando la vió llegar al otro lado, todavía meciéndose como si estuviera viva. 

De un tiempo acá, los velorios de muchos en Puerto Rico, se han vuelto un verdadero baquiné, con las posturas más elocuentes, como el muerto en motora, el muerto para´o, la muerta espatarrá del sillón, lo que va más allá del folclor y cae en la ridiculez más absurda que va contra la dignidad de quien se acaba de despachar con Daniel Santos, Los Panchos y Mirta Silva.

Estos shows que se tornan mediáticos en un dos por tres, me hacen pensar que el día que me despache para la otra orilla, no quiero velatorios, ni nada por el estilo. Solo que me cremen y las cenizas que vayan a parar a un árbol. Esos son los únicos que mueren de pie. Supongo que de vez en cuando algún perro sato levantará ceremoniosamente su pata y tendré el bautizo canino por excelencia. Nada de que me lleven a funerarias con nombres de cafetín, ni que en el cementerio no quepa en el boquete de un panteón. Menos que que digan que me van a zumbar de cabeza por el hoyo porque no cabe el ataúd. O peor aún, que no hagan como le hicieron a un pariente mío, que murió el día primero de un mes de festejo y lo vinieron a enterrar 6 días más tarde. Eso me sonó a Weekend at Bernie´s, la película esa que el mejor papel lo hace el muerto.

Si el Gabo hubiera visto a las hijas de la fenecida, jurando y perjurando que su madre deseaba este tipo de velatorio enajenante, sacaría una novela que en vez de El Coronel no Tiene quien le Escriba, a La Doña no se despega de la mecedora.

Supongo que ella, en algún momento de lucidez, diría que ni muerta la sacaban de su sillón. Cada loco con su tema en esto de los velatorios y despachos. La mejor manera la tenía planificada Luis Raúl, el comediante fallecido hace unos meses. Ni velatorio ni la madre de los tomates, solamente la cremación y nos fuimos.

Por mi parte, ya saben, ni velatorio ni cajas, y menos esa bien charra que dice Siempre Te Recordaremos, Madre. Uyyyy, mejor ahorren esos chavos y coman y beban en mi memoria.Los mejores chistes siempre se hacen en las funerarias....mira y que en un sillón. Esto es pintorescamente grotesco.