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jueves, 16 de enero de 2014

Machismo autoritario

En los pasados días, cuando leí la noticia de este anciano que acuchilló a su esposa, también entrada en años, me dio curiosidad pues tristemente la señora se convirtió en la primera mujer asesinada por su compañero de toda la vida. Era, según sus vecinos, un matrimonio bien llevado, de muchos años. Ah, pero otra persona añadió que a veces cuando llega uno a cierta edad, se pone senil. Jum, me parece que esto es un eye opener, no solamente a las parejas de muchos años, sino para los hijos que perciben que algo no está bien entre sus padres.

Pa´colmo de males, me refugio en un documental o algo así de una mujer que, perteneciente a una iglesia cristiana extremista en los Estados Unidos, decidió que ya estaba harta de que su marido, el autoritario señor de la casa, le insistiera a sus hijos, particularmente a los varones mayores, que ella estaba desquiciada. Claro, acomodaticiamente para muchos hombres y familias, cuando uno se sale de la norma autoritaria, sea porque tiene otra forma de pensar y otras creencias, entonces uno está más loco que una cabra. Eso sin fundamento.

He visto esto de que le achaquen locura a personas que en realidad no la padecen. Solamente, el uso de una condición mental para tapar que la persona no se somete a los caprichos de otros, es más que ridículo.

Me imagino, que la doñita fallecida, tuvo un calvario con el don. Ese calvario lo tuvo calladito cosa de que la perfección de su matrimonio se mantuviera hasta el fin de sus días. Entonces, explotó el asunto. La senilidad aportaría mucho, pero el silencio y la falta de ayuda eran compinches de la situación.

El machismo traducido a la violencia, al autoritarismo, al sometimiento, se percibe en una relación desde joven. No hay que ser perito --y no lo soy-- solamente observar con calma el comportamiento humano.

Esa jorobá violencia sea verbal, emocional o física para ocultar la frustración de quien la ejerce está ligada a la falta de aceptación por parte de quien la recibe. Por desgracia son pocos los que le hacen frente y  muchos los que callan.

Los que hacen frente entonces están locos...y somos muchos los que estamos con la etiqueta porque no nos tragamos el cuento como nos lo han tratado de inculcar toda la vida. Entonces, a los que somos creativos nos ponen la etiqueta.  Todo es por miedo al que dirán, al que pensarán o qué descubrirán de nuestra familia. Y descubrimos a Shangrilá al revés, donde los abuelos tenían hijos por el la´o, los tíos chillas y chillos, y había con quien no nos podíamos mezclar porque era homosexual. Really...

No me digas que por que no rezo, no me comporto como quieres, no pienso igual y no aguanto atropellos, soy mejor o peor persona. Solo soy, y como dicen en la jerga...brega con eso. Añado, estamos en otra época. Si yo tengo mi paz, y tu no la encuentras, ah pueh bien. Si no aguanto la violencia, es que no quiero ser violenta y no permito que nadie lo sea conmigo. Así aprendo a ver las cosas desde otra perspectiva, y me siento como el viejito de la película Up...subiendo con los globos multicolores, dejando atrás lo que no conviene. Me voy con mis duendes a otro la´o y tu brega con eso.

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