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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Aló, aló, te llamo con el brasiere

Es que la gente no se da cuenta de los anuncios de la tele y las barbaridades que dicen. Digo, primero contribuyen a bajarle la autoestima hasta al más lindo, particularmente a las mujeres. ¿Qué tiene ella que no tengas tú? Así dice el antipático anuncio de Blossom Max, un producto que insiste en agrandarle el busto a cualquiera a costa de bombeos y un brasiere que ni James Bond puede con él. Lo mejor del anuncio es el error en que incurre el locutor al decir que los consumidores deben llamar con el brasiere al número blah y blah. Maxwell Smart se quedó atrás haciendo llamadas con el zapato, muévete querido, ahora llegó el brasiere para llamadas telefónicas. No sé con quien comunica ni con qué parte de la anatomía. Tampoco quiero saberlo.

La tragicomedia del televidente no se queda ahí, luego del anuncio del error que hace maravillas, le zumban el de las estrías con una serie de mujeres que enseñan el mondongo sólo por salir en la tele. Para completar, así como un menage a trois, enganchan el Té chino de la dinastía Ming. Minga, no le hagas caso a esos bretes, sé feliz como estas, olvídate de curas maravillosas, aceptate como eres, ponte tus metas y tu disciplina.Tienes lo que ella carece, sentido común.

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