Estoy convencida que tití Ruth y tití Chabela eran de las pocas negras de icónicas de Ponce, aunque pasen muchos años la gente las tendrá en esa memoria colectiva que se vuelve folclórica, más grande que la vida y persigue a las generaciones que tengan los mismos apellidos.
Ruth Fernández, con sus trajes de hilo que parecían manteles, sus prendas en demasía, su Casa del Artista --secreto de a ónde se juyeron los chavos--, su "Gracias Mundo" y "Arriba Corazones", era toda un personaje que alcanzó el mundo artístico y después el político, para morir en la controversia de unos chavos, y de una fortuna que le tocará a los sobrinos. Sí, porque no hay nada más cierto que esa frase de pueblo, "al que Dios no le da hijos, el Diablo le da sobrinos". Tanto trabajar, cantar y joderse pa´que después la familia forme un lío de esos novelísticos y que cuenten hasta la última perra prieta que puedo haber tenido el Alma de PR...Mientras se cuaja la trama, como se han cuajado otras tantas similares, parecidas y ambiciosas, con la avaricia como norte, el cadáver de la Ruth anda pidiendo un GPS, porque le han dado tantas vueltas por la Isla, que debe estar murmurando "Voy subiendo, voy bajando, si vives como yo vivo, yo vivo vacilando"...
No hay que echar la baraja pa´saber que Ruth está con la otra negra de Ponce, la Chabela, que también hizo nombre y fortuna con otras suertes, esas del encanto femenino a cambio de dinero. Isabel Luberza Oppenheimer, esa que fue dueña de los burdeles, cuando a ellos iban los celebrities de la época, políticos y religiosos por igual, a dejar el alma y los $$$ por los favores de las chicas.
A la verdad que todo el mundo de cierto prestigio eleva los matices de su piel clara a los europeos y estadounidenses que llegaron a la ciudad mientras que otros, con su negrura han salpicado de folclore del bueno la historia de esta Ínsula. Entonces, las tías tenían pelo grifo y eran culonas, nada malo para los estándares de antes...hoy estarían con las greñas planchás al mejor estilo de Beyoncé. Y sí culonas, gracias a las Kardashian y a todas las que mueven el booty con junk in tha trunk. Qué legado y qué fortuna, las de las tías...
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